PROFILM INCLUYE EN SU CÓDIGO ÉTICO UN COMPROMISO SOCIAL CON EL MEDIOAMBIENTE DE LA MANO DE LA CONSULTORA CREAST.
CREAST EXPONE A LOS SOCIOS DE PROFILM SU FORMA DE TRABAJO Y COLABORARÁ EN LA REDACCIÓN DE UN PROTOCOLO DE SOSTENIBILIDAD PARA LOS RODAJES INTERNACIONALES EN ESPAÑA.
Creast, la empresa tecnológica colaboradora de PROFILM especializada en la consultoría medioambiental en el sector del entretenimiento, ofreció ayer una Webinar a los socios de PROFILM en la que, además de mostrar los servicios que presta, mostró hacia donde se dirigirán las normas que regularán, en breve, este aspecto de los rodajes.
Durante el encuentro, se puso el foco en las diferencias que supone desarrollar medidas de protección medioambiental en rodajes internacionales de gran envergadura frente a los proyectos nacionales; así, contar con equipos grandes supone un mayor reto pero exige una mayor planificación y por tanto un ahorro de costes y consumos.
A criterio de Yolanda Costas Head of Fiction de Creast, "España cuenta con la ventaja de disponer de una excelente red ferroviaria y de autovías que contribuyen a la reducción de la huella de carbono".
Por su parte los socios de PROFILM manifestaron su interés en avanzar en la adopción de medidas uniformes en este campo de la mano de Creast, que hagan que la industria del service española sea referente en rodajes sostenibles a nivel internacional.
Fruto de la colaboración entre Creast y PROFILM se incluyó en el Código Ético de la asociación, una cláusula específica destinada a que los asociados,
“asuman medidas para reducir su impacto ambiental y sus emisiones de carbono en toda su cadena de valor: la actividad empresarial y la producción de los rodajes y postproducciones.
Estas medidas abarcarán el cuidado del entorno natural en el que trabajamos, la reducción de las emisiones de carbono en sus 7 categorías (energía, movilidad, materiales, catering, alojamientos, residuos y agua) para ayudar a crear un entorno más sostenible”.
Se trata de medidas que pretenden adelantarse a los cambios normativos que sin duda serán de obligado cumplimiento en el corto plazo, posicionando así a las empresas productoras y de postproducción españolas, en los más altos estándares europeos de sostenibilidad.
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